«A veces la gente critica la escena nocturna de Luxemburgo. Está claro que nunca han vivido la víspera de la fiesta nacional del Gran Ducado (23 de junio). Cientos de miles de personas inundan las pintorescas calles medievales de la capital para ver el impresionante espectáculo de luz y fuegos artificiales, sin escatimar en gastos, por supuesto. En cada calle hay un DJ o un grupo tocando y, ¡todos los bares están abiertos hasta el amanecer! Mi consejo: hazte con una botella del excelente vino espumoso luxemburgués y baja hasta el valle de la Pétrusse para tener una visión perfecta de los fuegos artificiales. Después, date un paseo por el barrio medieval del Grund y disfruta de la música y el baile.»